miércoles, 24 de octubre de 2007

Ellas también salen del closet


Los homosexuales son la minoría silenciada y silenciosa. Son las mujeres y los hombres invisibles. La grandeza de su pecado justificaba antes la negación de su existencia, incluso de su destrucción física. Su crimen no se cometía únicamente contra la sociedad, no sólo contra la humanidad, sino en contra de la naturaleza. Decir su nombre, envolver esa palabra en la boca, significaba convertir esa existencia en algo tangible, físico. Durante largo tiempo fueron personas sin tiempo ni lugar concreto, sin lugar social, sin historia. La dictadura heterosexual ha intentado persistentemente situarles en la sombra y fuera de conocimiento. Han realizado todo lo mejor para destruirles

Castigo y pena de muerte:
La horrorosa lista de "curaciones" utilizadas por psicólogos y psiquiatras profesionales han sido el tratamiento más corriente para obtener la asexualización o reorientación heterosexual del individuo. Estos tratamientos constituyen la forma más letal de opresión. Pero mirando hacia atrás -indiscutiblemente con ira- recogemos "remedios" menos sutiles: En 1655, en New Haven Colony, Usa, se castigaba el lesbianismo con pena de muerte..."Si alguna mujer cambia el uso natural..." En 1800 se seguía extirpando los ovarios y el clítoris a las lesbianas, cuando no la matriz. Y hasta 1951 se utilizaba la lobotomía para dejar al individuo sin respuesta sexual alguna. Los fármacos, las drogas, la prescripción de hormonas, LSD, estimulantes sexuales, inhibidores sexuales, tratamiento de shok eléctrico y químico, terapia de aversión al propio sexo y demás sofisticaciones terapeúticas pertenecen a la actualidad tanto como al pasado. Durante la Edad Media los católicos ya aportaron la idea de la abstinencia sexual para lograr la "cura".

Lesbianismo
Las personas no nacen sexuales, ni heterosexuales, ni homosexuales. Las conductas humanas se aprenden. Sólo los animales inferiores son instintivos. Nuestras experiencias nos enseñan nuestra conducta sexual, que puede resultar hetero, homo o bisexual. La lesbiana es la mujer cuyos principales intereses eróticos, psicológicos, emocionales y sociales están dirigidos a una persona de su mismo sexo, a otra mujer, aunque estos deseos e intereses no hayan sido expresados abiertamente. La lesbiana es la mujer a la que le atraen otras mujeres. Pertenece a todos los estamentos sociales, está casada, es soltera, es madre, practica todas las religiones, pertenece a todas las tendencias políticas. Para comprender qué es una lesbiana es necesario pensar en ella como una mujer que vive, siente y piensa. Es una mujer.

La represión y la lucha.
El modo de producción doméstico y la institución económica por excelencia, la familia, mantenedora de todos los valores de la ideología dominante, no convierten a la mujer lesbiana en sierva del hombre. Porque si bien no tiene un marido que la explote directamente para su propio beneficio, no por ello deja de sufrir la opresión general, consecuencia dialéctica de la explotación de las mujeres heterosexuales. La legislación sexista y machista, la moral dominante, las expectativas sociales de la mujer como femenina, madre, esposa y dependiente de un hombre -sin capacidad propia para amar, para disponer, para trabajar, para ser- las virtudes propias de su sexo impuestas y manejadas por la clase dominante masculina, la educación orientada a la pacífica sumisión al varón, dueño y conquistador de la humanidad, siguen oprimiendo a las mujeres, aunque éstas sean lesbianas. Por ello, el lesbianismo es una reivindicación más dentro del feminismo, como ideología política global, y si esta opción sexual conlleva una connotación feminista, tiene un significado claramente político en la lucha contra el enemigo varón. Es una actitud de lucha, es una postura definida ante el dominio y el poder del hombre. El lesbianismo no conscientemente feminista comporta todo el significado político que antes hemos aludido, pero con ausencia clara de conciencia de clase, de grupo de esa clase mujer que sufre una marginación específica, pues la importante diferencia entre la homosexualidad masculina y femenina está en que la lesbiana es discriminada no sólo por ser homosexual, sino por ser mujer, sólo el hecho de ser mujer ya sitúa a la lesbiana en situación de inferioridad, en su papel de clase dominada. La menor represión de la homosexualidad femenina a lo largo de la historia demuestra el claro desprecio que los sistemas políticos dominantes tenían por la sexualidad de la mujer. Pero ante todo, debido a que una mujer, independientemente de su opción sexual y de sus apetencias, puede reproducirse, puede dar hijos ya que su facultad generadora no ha muerto al igual que su deseo. Así, el castigo de la homosexualidad masculina ha sido mucho menos severo e inflexible, pues el hombre no puede establecer ninguna clase de relación con una mujer si ésta no le apetece. Este sector marginal que componen las mujeres lesbianas, ha sido punta de lanza en el feminismo internacional y quizás el que ha logrado imponer alternativas y frentes mucho más revolucionarios a la lucha general por la liberación de la mujer. Sus planteamientos radicales han logrado que el feminismo y el lesbianismo sean en muchas ocasiones una misma cosa, y cuando no, conceptos complementarios ante el enemigo masculino. Sin embargo, también ha constituido un sector olvidado y despreciado por las compañeras de clase por temor a que se las incluyera en la misma alternativa sexual y política que significa el lesbianismo militante. Sin duda, de los sectores de la clase mujer, el de las lesbianas, es el que ha aportado más significados revolucionarios en la lucha feminista.

aveces siento que me pierdo
otras siento que revivo

gracias por entenderme ayer.. ahora estoy aliviada, te quiero

feliz cumpleaños
al personaje que me embelleció el blog ... eres lo máximo



foto by: tabaco

martes, 23 de octubre de 2007

volemos?


—¿Quién eres tú?
—La muerte.
—¿Es que vienes por mí?
—Hace ya tiempo que camino a tu lado.
—Ya lo sé.
—¿Estás preparado?
—El espíritu está pronto, pero la carne es débil. Espera un momento.
—Es lo que todos decís, pero yo no concedo prorrogas.
—Tú juegas al ajedrez, ¿verdad?
—¿Cómo lo sabes?
—Lo he visto en pinturas y lo he oído en canciones.
—Pues sí, realmente soy un excelente jugador de ajedrez.
—No creo que seas tan bueno como yo.
—¿Para qué quieres jugar conmigo?
—Es cuenta mía.
—Por supuesto.
—Juguemos con una condición, si me ganas me llevarás contigo, si pierdes la partida me dejarás vivir.
—Las negras para tí.
—Era lo lógico, ¿no te parece?



perfecto final para está historia de mierda!







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domingo, 21 de octubre de 2007

por favor, dejame conservar este recuerdo...solo este


como son felices las virgenes inocentes
el mundo olvidando por el mundo olvidado
eterno resplandor de una mente sin recuerdos
cada plegaria acepta
y cada una con resignacion

ºeterno resplandor de una mente sin recuerdo


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viernes, 19 de octubre de 2007

Todavía esperando justicia


Mujeres sobrevivientes del sistema de esclavitud sexual de JapónSesenta años después...Hasta 200.000 mujeres y niñas fueron obligadas por el ejército japonés a soportar situaciones de esclavitud sexual antes de la II Guerra Mundial y en su transcurso.
Las esclavizaron y las violaron reiteradamente durante meses o años. Muchas fueron torturadas y maltratadas –golpeadas, apuñaladas o quemadas con cigarrillos­. La mayoría tenían menos de 20 años; algunas, sólo 12.Humilladas y avergonzadas, las sobrevivientes (llamadas eufemísticamente "mujeres de solaz") guardaron silencio durante decenios. Quedaron muy traumatizadas, y durante más de 50 años la mayoría sufrieron aislamiento, vergüenza, problemas de salud mental y física y pobreza.
Un gran porcentaje de ellas no se casaron jamás. Muchas quedaron incapacitadas para procrear debido a lesiones internas o a enfermedades de transmisión sexual. Pero a principios de la década de 1990, las sobrevivientes alzaron por fin su voz. En 1992 aparecieron datos que probaban de manera irrefutable la participación del gobierno japonés en la creación y la organización del sistema de esclavitud sexual.
Las autoridades japonesas ofrecieron entonces sus disculpas, pero las sobrevivientes no las aceptaron porque en ellas no se especificaban los abusos cometidos y se eludían las obligaciones de Japón en virtud del derecho internacional. Tras muchas críticas, el gobierno japonés estableció en el sector privado el denominado Fondo para las Mujeres de Asia, con objeto de ofrecer sumas en concepto de "desagravio". Pero las sobrevivientes siguieron reclamando indemnizaciones directas del gobierno japonés. Insistían en su derecho a una reparación plena, lo cual entrañaba la revelación publica y completa de las violaciones de derechos humanos cometidas contra ellas y su descripción fiel en los archivos históricos y los libros de texto.Las sobrevivientes son ya ancianas.
Cada año que pasa mueren algunas más. No pueden seguir esperando a que se haga justicia y no debe hacérseles esperar más.
audio/ IMMANU EI - Panda

martes, 16 de octubre de 2007

no dejes que te domestiquen


No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón! -dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
-¿Qué significa "domesticar"?
-Tú no eres de aquí -dijo el zorro- ¿qué buscas?
-Busco a los hombres -le respondió el principito-. ¿Qué significa "domesticar"?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
-No -díjo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "
-¿Crear lazos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
-Es posible -concedió el zorro-, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
-¡Oh, no es en la Tierra! -exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
-No.
-Nada es perfecto -suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
-Por favor... domestícame -le dijo.
-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no fienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, Ios hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejempló, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunça sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando eI día de la partida:
-¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.
-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
-Ciertamente -dijo el zorro.
- Y vas a llorar!, -dijo él principito.
-¡Seguro!
-No ganas nada.
-Gano -dijo el zoro- he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
-Adiós -le dijo.

domingo, 7 de octubre de 2007

Las esposas de los dioses de Ghana


Julie Dogbadzi perdió su niñez porque su abuelo fue acusado de un robo. A los siete años, los padres de Julie la ofrendaron como "esposa de los dioses" a un sacerdote animista en la creencia de que esto repararía el honor y detendría una serie de infortunios familiares.
Julie Dogbadzi fue convertida así en una de las miles de esclavas de la trokosis, un sistema tradicional de religión y justicia practicado por algunos grupos étnicos africanos. Según esta costumbre, las familias entregan a niñas vírgenes a los sacerdotes para aplacar a las deidades por los crímenes cometidos por sus familiares, generalmente varones. La palabra trokosi significa "esposa de los dioses" en el lenguaje ewé.
Durante los catorce años que duró su cautiverio en el monasterio, Julie Dogbadzi trabajó duramente, sufrió hambre, tuvo vedado el acceso a la escuela y, a los 12 años, tuvo a su primer hijo, producto de una violación por parte del sacerdote del santuario, de 90 años.
Hoy, a los 27 años, aunque todavía es analfabeta, ella se encuentra a la vanguardia de una campaña para erradicar la costumbre de la trokosis, un ritual cuyo origen se pierde en el tiempo pero que comenzó a ser cuestionado en Ghana hace apenas una década, cuando el periodista Vincent Azumah abrió un áspero debate nacional al denunciar esta forma de esclavitud a la que son sometidas muchas niñas de su país, así como de Benín y Togo. Se calcula que en los tres países siguen cautivas más de 20.000 niñas.
Una vez que una niña es entregada a un sacerdote, ella se convierte en su propiedad. Hay dos categorías de niñas trokosis: las que pueden ser dejadas en libertad después de servir un número concreto de años (normalmente de tres a cinco) y las que se ofrecen de por vida. Si una niña muere o si el sacerdote se cansa de ella, la familia de ésta debe reemplazarla. Cuando se cometen crímenes serios, las familias renuncian a generaciones de niñas en expiación perpetua. Hay familias que siguen pagando con sus niñas culpas que ya nadie recuerda de parientes que ni siquiera conocen.
Aun cuando las niñas sean dejadas en libertad, de acuerdo a la tradición, se considera que estas mujeres están casadas con la deidad de por vida y puede que se les requiera prestar servicios en un santuario en cualquier momento después de su liberación. Difícilmente otro hombre se anime a desposar a una mujer que se casó con los dioses. Esto hace que muchas niñas trokosis prefieran vivir en concubinato con el sacerdote u otros hombres vinculados a los santuarios por el resto de sus vidas. Cuando un sacerdote muere, sus niñas pasan a manos de su sucesor


viernes, 5 de octubre de 2007

El cine - moviemiento y la investigación antropológica


En un primer momento, la técnica cinematográfica se utiliza sin una reflexión crítica sobre sus posibilidades, como un instrumento que permite registrar el movimiento corporal y estudiar el comportamiento observable. Así fue utilizada desde los inicios del cine por antropólogos como Félix-Louis Regnault para el estudio intercultural de los movimientos corporales recogido en Les attitudes du répos dans les races humaines (1896) o las filmaciones de Franz Boas. Un salto cualitativo serán los estudios de Margaret Mead y George Bateson reflejados en películas como Childhood rivalry in Bali and New Guinea (1940-1951) y en obras escritas como Balinese Character: A Photographic Analisys (1942). El estudio de las filmaciones como datos de una cultura también será un tema desarrollado por Margaret Mead y Rohoda Metraux en The Study of Culture at Distance (1953) y por Ruth Benedict, que basó parte de su libro El crisantemo y la espada (1946) en el análisis de documentos fílmicos realizados en Japón (De Brigard 1975).
En los Estados Unidos, la reflexión teórica sobre la técnica cinematográfica como proceso y producto antropológicamente orientado tiene su momento crítico en los años setenta. El cine pasa de ser un dato etnográfico de una cultura a ser una exposición teóricamente orientada sobre una cultura. La aparición en 1976 de la obra de Karl G. Heider, Ethnographic Film, una obra que puede considerarse como el primer intento de teorización y de exposición de las bases del cine etnográfico, presenta al cine etnográfico como descripción etnográfica. A partir de su trabajo se inicia un extenso debate sobre las características que debe tener el film para ser considerado una etnografía. Esta discusión da pie a la experimentación en el proceso de producción del film, a la vez que consolida el cine etnográfico como género de no-ficción y, en definitiva, abre la construcción de un contexto teórico para la realización y crítica del cine con intención antropológica.
Sin embargo, la indefinición del cine etnográfico sigue en pie, cualquier película puede ser objeto de la mirada antropológica en tanto que producto cultural. La "etnograficidad" de una película se medirá a partir del grado en que ésta satisface los cánones científicos de la antropología. La antropología visual sigue debatiéndose entre la dualidad del cine como instrumento y como objeto de conocimiento, como registro de datos sobre una cultura o como análisis de datos de una cultura contenidos en el comportamiento registrado en el film o en la forma de tomar y organizar las imágenes. No podemos entender el cine etnográfico si no lo integramos y lo estudiamos a partir de su relación con su contexto y si no entendemos o intentamos explicar también cómo funciona el proceso de comunicación fílmica. Las imágenes están presentes en nuestra vida cotidiana, pero no sabemos como actúan sobre nosotros. En este sentido, deberíamos investigar sobre la comunicación y la recepción del cine que pretende informarnos sobre los elementos culturales y la estructura de las sociedades humanas y, a la vez, desarrollar metodologías de análisis fílmico desde un punto de vista relevante para los problemas que se plantea la antropología.
Sol Worth representa un avance significativo en la definición del campo de estudio sobre cine etnográfico, proponiendo una antropología de la comunicación visual: "No podemos definir una clase de películas como "etnográficas" mediante la descripción del film por sí mismo y en sí mismo. Solo podemos describir esta categoría de films describiendo como se utilizan y asignando el término etnográfico a una clase de estas descripciones. (...) Debemos examinar en primer lugar, no el film, sino porqué se hizo y cómo se utiliza." (Worth 1981:75-76).
Si otras ramas de la antropología aíslan para su estudio campos de la experiencia humana como la medicina, el juego, la marginación, la economía o la política, la antropología visual estudiará la mirada. ¿Cómo podemos analizar una mirada etérea? La materialidad de la mirada se encuentra en la relación que establecemos con objetos como las representaciones plásticas, las fotografías o las películas. Worth introducirá el estudio sobre cómo construye su mirada un grupo social culturalmente homogéneo a través de la utilización de la técnica cinematográfica. Considerará el cine como lenguaje y, por tanto, como modo de representación, forma de narración y medio de comunicación que irá parejo a otras manifestaciones culturales y que reflejará los esquemas cognitivos de un grupo social específico.18 Su trabajo pionero, su insistencia en el análisis del cine a partir de su contextualización en una práctica y de su utilidad, será una puerta abierta a la investigación empírica sobre los medios de comunicación audiovisuales.